viernes, 3 de septiembre de 2010

Racismo e intolerancia

Los inmigrantes, y yo soy uno de ellos, recibimos consejos y recomendaciones sobre usos y costumbres de las sociedades o países donde radicaremos temporal o indefinidamente;de este modo los más experimentados o más antiguos tratan tratan que nuestra adaptación a un grupo humano diferente sea menos traumática.
En este posting tocaré un tema que es muy común en cualquier proceso migratorio: racismo e intolerancia.
El Japón es un país muy diferente y extraño para cualquier extranjero, con costumbres y tradiciones que a pesar de la modernidad, difícilmente cambiarán.
Sin más preámbulo abordaré el tema motivo de éste título. Resulta que el Domingo antepasado fuimos invitados a participar en una Misa Católica en la Iglesia de la ciudad de Hon Atsugi. El motivo de nuestra presencia en dicho acto litúrgico fue que conformamos un grupo musical coral formado en la Comunidad Católica de Shonandai y solicitaron nuestra participación.
Todo transcurría normalmente hasta que fuimos interrumpidos por la llegada de la policía.Estos señores llegaron debido a una queja presentada por algun o algunos vecinos de la Iglesia, supuestamente porque estábamos haciendo mucho ruido; pero en realidad la queja tenía un trasfondo.Efectivamente, el problema no fue el nivel de ruido sino el racismo e intolerancia. ¿Porqué el racismo? Paso a explicar brevemente: en esta Iglesia también se lleva a cabo la Misa Católica para japoneses y en donde, según manifiestan testigos, el nivel de ruido es muy elevado, pero en ese caso ninguno de estos quejosos dice nada. Por otro lado, ningún ciudadado o grupo de éstos, pueden interferir, prohibir o censurar un rito religioso que celebran otros ciudadanos, mientras no se atente contra el orden y las buenas costumbres;hacerlo es caer en la intolerancia religiosa. La libertad de culto está garantizada en las leyes y constituciones de todos los países civilizados y democráticos, y Japón no es la excepción, al menos así lo consideramos todos.
Hago la aclaración que la Misa en cuestiñon se desarrolló en un día Domingo, al mediodía y dentro de una Iglesia; por lo tanto no se había transgredido ninguna norma.
Para terminar, quiero hacer constar que este tipo de actitudes, lamentablemente, se presentan muy a menudo y es motivo de honda preocupación en la comunidad latina.

Hiroyuki.