domingo, 6 de junio de 2010

Hipocresía

En las últimas semanas han ocurrido dos episodios en el escenario político mundial y desnudan en toda su amplitud la hipocresía y la doble moral que anidan en los espíritus de algunos dirigentes y políticos de influencia global.
El primero de estos incidentes ocurrió hace algo más de un mes cuando un buque de guerra surcoreano fue torpedeado y hundido, supuestamente por un submarino norcoreano y que acabó con la vida de aproximadamente la mitad de la tripulación. Corea del Norte negó esta acusación de manera tajante y categórica. Inmediatamente, EE.UU. metió su cuchara y se hizo presente en la región a través de su Secretaria de Estado Hillary Clinton, quien en tono enérgico demandó la intervención mundial para castigar al gobierno de Pyongyang. Muy curioso y que casualidad que este incidente se produzca cuando el Primer Ministro de Japón, hasta la semana pasada, soportaba una gran presión de parte de los Okinawenses que le exigían el desmantelamiento de la base norteamericana de Futenma.Luego de la presencia de Clinton y su "cuadre"a los gobiernos de Tokyo y Seúl ( China no entró al juego), Hatoyama comunicó a los Okinawenses de forma oficial que dicha base no se movería de la isla e inmediatamente renunció.Muy sospechoso y oportuno el hundimiento de este buque.
El otro hecho sucedió hace una semana cuando una flotilla de barcos que transportaban ayuda humanitaria y que se dirigían a la franja de Gaza para apoyar a la población civil con alimentos y medicinas, fue abordado por soldados israelíes en una operación tipo comando asesinando a nueve civiles. Esta flotilla estaba compuesta de seis navíos y alrededor de setecientos voluntarios de varias nacionalidades y que estaban repartidos en las diferentes naves que conformaban este convoy humanitario. Este crimen recibió el repudio de la opinión pública mundial, únicamente defendido, lógicamente, por los propios perpetradores y la anuencia cómplice de la administración estadounidense que se ha limitado a pedir "calma y serenidad" e investigar los hechos con más detalle; tremenda hipocresía la de estos. ¿Y dónde está la azuzadora Clinton?. En el conflicto de las dos Coreas, esta señora prácticamente exigía al Gobierno de Seúl que le declare la guerra a Corea del Norte. Felizmente primó el buen sentido y la inteligencia del líder surcoreano y el asunto está siendo investigado con serenidad para comprobar bien los hechos antes de apresurarse a acusar. En el caso de la flotilla humanitaria Hillary Clinton se ha hecho humo, no dice ni chis ni mus; así es de asquerosa la hipocresía, la doble moral y la falsedad en que navegan muchos líderes incluyendo un ganador del Nobel de la Paz y que está haciendo todo lo contrario a lo que se esperaba de él.

Alpha-Alberto.

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