jueves, 17 de septiembre de 2009

Esperanza

Ha transcurrido un año desde el inicio de la crisis económica mundial. Efectivamente en el mes de Setiembre del año pasado explotó en EE.UU. el escándalo financiero de las hipotecas sub-prime y que se llevó de encuentro a la economía mundial.
Luego de doce meses aún no se logra recuperar, ni siquiera en su mínima parte, el nivel que tenía el movimiento financiero hasta antes de esa fecha y por ello la depresión económica es la que manda en estos días.
Aquí en el Japón, si bien ya no vemos los despidos masivos de meses atrás, existe un alto índice de desempleo que, según información oficial, el número de desempleados asciende a 3 millones 600 mil. Entre estos lógicamente estamos incluidos los dekasegi, siendo la situación de este colectivo aún más dramática que la de los propios desocupados japoneses. En efecto, la lucha de los extranjeros por ocupar un lugar en el mundo laboral es prácticamente nadar contra la corriente. Los poquísimos trabajos que hay son del tipo "arubaito" (corto tiempo) de pocas semanas o días; los salarios han bajado ostensiblemente y las exigencias para ocupar las vacantes son prácticamente insalvables. Por ejemplo, la edad; si es que el postulante sobrepasa los 50 años, olvídese, nadie lo va a recibir. También el nivel del idioma japonés que se requería se ha elevado tanto que ahora exigen no solamente hablarlo sino también escribirlo y leerlo, y a decir verdad, en este caso, hasta los propios japoneses tienen dificultades. ¿Que es injusto?. Tal vez, pero así están las cosas.
Por las oficinas de Hello Work ( oficina de asistencia para búsqueda de empleo ) desfilan diariamente miles de desocupados en búsqueda del empleo salvador, pero es inútil, nada que ver. Con relación a los dekasegi calculo que de cada diez, siete u ocho están sin trabajo.
En Japón consideran a esta crisis económica como la peor desde el fin de la guerra y se pronostica que pasará un largo período hasta que la economía se recupere a niveles considerados normales.
A mediados de semana asumió el cargo de Primer Ministro el líder del Partido Democrático el Señor Yukio Hatoyama; de esta manera se puso fin a más de medio siglo de gobierno del Partido Liberal Democrático. Existe mucha expectativa por parte de la sociedad japonesa de lo que pueda realizar este nuevo gobierno; ello debido a la crisis reinante y a las medidas espectaculares
en materia económica y laboral que ofreció durante su campaña.
Por parte de los latinos también tenemos espectativas y deseos que la situación mejore substancialmente y nos reinsertemos lo más rápido posible en el sistema laboral y así proseguir con el objetivo que nos trazamos al arribar a este país, y es el de trabajar incansablemente, hacernos mejores ciudadanos y cuidar de nuestras familias.
Para terminar cito una frase que trajo a colación mi amigo Víctor Hugo en una de las tantas tertulias que tuvimos y que pertenece al gran poeta peruano, ya fallecido, Juan Gonzalo Rose y que dice más o menos así: "La esperanza es lo último que se pierde cuando ya no hay ninguna esperanza".
Hiroyuki.